Cocinar es una actividad diaria que todos debemos, o al menos, solemos realizar para cubrir nuestras necesidades alimenticias. Por lo general, suele dar bastante «palo» dirigirse a la cocina, decidir el menú y una vez escogido, sacar la comida del congelador y pensar el acompañamiento. Esto lo solemos hacer el día anterior y nunca el mismo día que nos lo vamos a comer, así que realmente no siempre comemos lo que nos apetece, si no, más bien, lo que está a mano.
Hoy ha sido uno de esos días en los que he decidido, a primera hora de la mañana, qué comer tras un debate constructivo con mi madre. El menú pintaba bien: unos espaguetis y salmón. Muy predispuesta, he comenzado a hacer la comida:
- He puesto los espaguetis sin gluten en una olla con agua hirviendo, he añadido sal
- Me he dio a duchar
- Llego y los espaguettis han perdido su forma alargada convirtiéndose en una pasta
- Vuelvo a poner una olla con espaguetis, esta vez normales
- Comienzo a preparar el acompañamiento de los espaguetis (cebolla, nueces, pasas, canela, azafrán y clavos)
- La cosa parece que funciona, huele de maravilla
- Voy a revisar el e-mail
- El acompañamiento se ha quemado un poquito 😦
- Llega mi madre
- Ponemos los espaguetis a gratinar con queso y añadimos el acompañamiento
- Mi madre se adueña de la cocina
- Pasan 10 minutos
- Nenaaa, que se han «churruscao» los espaguetis!!!!
Bien, esto es un claro ejemplo, no sólo de que carezco de aptitudes culinarias, si no de lo siguiente: para cocinar hace falta tiempo, atención, predisposición, maña y, sobre todo, nada de distracciones.
Por ello, para facilitarnos la ardua tarea de cocinar, la Tv ha inventado lo que conocemos como programas de cocina u hostelería. Dirigidos principalmente a mujeres de una edad de entre 35- 65+ dónde nos enseñan diferentes recetas «sencillas» para hacer en casa. Aunque también existen algunos que se dirigen al género masculino y soltero que no tiene ni idea de cocinar ( y entre los que puedo incluirme yo como excepción femenina). Cabe destacar que los presentadores de estos programas son curiosos, si no, veamos a 2 de las grandes celebridades del mundo del espectáculo culinario:
ARGUIÑANO
Su fuerte: contar chistes. Chistes malos
EL COCINERO DE ROTA
Su fuerte: no se sabe donde ha dado las clases de hostelería
Pues bien, no sé si con estos profesores aprenderemos demasiado, pero lo que sí está claro, es que cocinar no es cosa sólo de mujeres.
Un saludo
primins, para cocinar lo primero: te ha de gustar. si no, no se hace con cariño 🙂
por cierto, el cocinero de rota es genial, único en su especie, que el tio va a hacer huevos fritos y se olvida de los huevos, o se pone a cambiar la botella de butano en medio del programa. especimen único, sin duda.
Si, gracias al intermedio conocemos a este especimen que la naturaleza nos ha brindado. Él me da esperanzas cuando tengo que ponerme a cocinar, siempre habrá alguien peor que yo jaja
Yo también soy una excepción y no tengo ni idea de cocinar. Pero recuerda que porqué seas mujer no se te ha de dar bien cocinar porqué si!
Te has olvidado de Txumari Alfaro…