Cocinar es una actividad diaria que todos debemos, o al menos, solemos realizar para cubrir nuestras necesidades alimenticias. Por lo general, suele dar bastante «palo» dirigirse a la cocina, decidir el menú y una vez escogido, sacar la comida del congelador y pensar el acompañamiento. Esto lo solemos hacer el día anterior y nunca el mismo día que nos lo vamos a comer, así que realmente no siempre comemos lo que nos apetece, si no, más bien, lo que está a mano.

Hoy ha sido uno de esos días en los que he decidido, a primera hora de la mañana, qué comer tras un debate constructivo con mi madre. El menú pintaba bien: unos espaguetis  y salmón. Muy predispuesta, he comenzado a hacer la comida:

  1. He puesto los espaguetis sin gluten en una olla con agua hirviendo, he añadido sal
  2. Me he dio a duchar
  3. Llego y los espaguettis han perdido su forma alargada convirtiéndose en una pasta
  4. Vuelvo a poner una olla con espaguetis, esta vez normales
  5. Comienzo a preparar el acompañamiento de los espaguetis (cebolla, nueces, pasas, canela, azafrán y clavos)
  6. La cosa parece que funciona, huele de maravilla
  7. Voy a revisar el e-mail
  8. El acompañamiento se ha quemado un poquito 😦
  9. Llega mi madre
  10. Ponemos los espaguetis a gratinar con queso y añadimos el acompañamiento
  11. Mi madre se adueña de la cocina
  12. Pasan 10 minutos
  13. Nenaaa, que se han «churruscao» los espaguetis!!!!

Bien, esto es un claro ejemplo, no sólo de que carezco de aptitudes culinarias, si no de lo siguiente: para cocinar hace falta tiempo, atención, predisposición, maña y, sobre todo, nada de distracciones.

Por ello, para facilitarnos la ardua tarea de cocinar, la Tv ha inventado lo que conocemos como programas de cocina u hostelería. Dirigidos principalmente a mujeres de una edad de entre 35- 65+ dónde nos enseñan diferentes recetas «sencillas» para hacer en casa. Aunque también existen algunos que se dirigen al género masculino y soltero que no tiene ni idea de cocinar ( y entre los que puedo incluirme yo como excepción femenina). Cabe destacar que los presentadores de estos programas son curiosos, si no, veamos a 2 de las grandes celebridades del mundo del espectáculo culinario:

ARGUIÑANO

Su fuerte: contar chistes. Chistes malos

EL COCINERO DE ROTA

Su fuerte: no se sabe donde ha dado las clases de hostelería

Pues bien, no sé si con estos profesores aprenderemos demasiado, pero lo que sí está claro, es que cocinar no es cosa sólo de mujeres.

Un saludo